Sueño o realidad.

El momento de cerrar los ojos y trasladarse a la calma, ver como se fusionan los pensamientos, los deseos y la conciencia y decir ¡Un veinte puntos para aquellos sueños bonitos! que se quedan en nosotros y que seguramente en nuestro subconsciente nos dibujan una grata sonrisa. 

Pero ¿Qué hay de aquellos sueños en los cuales corremos en nuestra mente para salir de ellos en toda acción? Son como lo bueno y lo malo, como lo claro y lo oscuro, como una recta y una curva, como el más y el menos, como el sí y el no, como una lágrima y una sonrisa, como tú y como yo. 

Y sabiendo que pueden hacerse realidad, duermes sólo para soñar, para entrar en otro mundo, ese mundo que a veces podemos controlar, o simplemente ser esclavos de ellos y luchar para despertar. 
Los sueños son sin duda un reto a las horas que se desgastan en el reloj, que pueden convertirse en obsesión y más estando seguros cuando decimos “Buenas noches, te voy a soñar”. 

Tampoco podemos dejar de mencionar aquellos sueños que te dejan hablando sobre ellos todo el día, pero a veces no logras explicarlos, también están aquellos que te hacen despertar con muchas lágrimas y no sabes si son de felicidad o de tristeza porque simplemente no recuerdas. 

Quizás estas sean sólo palabras, palabras que pueden valer mucho y a la vez valen nada. Palabras que pueden expresar lo que siento, palabras que pueden decir cuánto miento. Pero no hay nada más perfecto que encontrarse con una persona especial en un sueño y es ahí cuando no tienes ni las más mínimas ganas de despertar, sino de seguir tu profundo sueño. 

OhValentina.

@Oh_valentina

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