Desperté con tantas ganas de seguir adelante que no sabía si creerlo o simplemente hacer como si no quería... Y fue justo en este momento cuando me di cuenta que podía tener un corazón guerrero.
Un corazón que no se frene con nada, un corazón sin miedo, que simplemente no le importe nada y aunque es difícil, todos los días lo pongo en practica. Con cada sonrisa, con cada mirada, con cada lágrima, con cada discusión, con cada amor, con cada desamor, etc...
Que no me cueste trabajo sonreír cuando por dentro esté muriendo, aunque a veces sé hacer muy bien eso, claro, con aquel corazón guerrero... Que no sea tan fácil llorar por cualquier tontería, que no me importen tantas cosas que no tengan que ver conmigo.
Poder decir ¡Jodete! en el primer intento, hablar sin ningún miedo, soportar cualquier maltrato.
No olvides, que a veces es bueno tener un corazón guerrero.
OhValentina.
@Oh_valentina
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