Carta de despedida.

No había más nadie, sólo tú...
Mi único pensamiento.
Tu mirada y tus "te quiero" eran la combinación perfecta. 
Ahora sin ti, no sale el sol. 
Tampoco llueve, porque no estás tu. 
No hay nada sin ti. Las horas no pasan. Mi reloj sólo marca las 6pm, y justamente a esa hora te fuiste... 
Los días son eternos sin ti, y mis noches aún más. 
Ya mis almohadas se aburrieron de ocupar el lado vacío de mi cama. Ya no duermo, esperándote, y si duermo, sueño tu regreso. Ya es hora de calmarme.

Pero te doy Gracias, por todo y por nada.
Por ser mi energía en cada problema...
Por ser mi paz y tranquilidad. 
Por tus chistes para alegrarme en mis molestias.
Por aguantar mi humor los lunes, y mis ganas de no hacer nada los domingos. 
Por tus abrazos inesperados y por tus besos en la frente que tanto me gustaban. 
Por tus mensajes en las mañanas y por tus buenas noches. 
Por cada momento...
Por el "hola" cuando comenzó todo...
Por todo lo que contigo aprendí.
Por tus promesas cumplidas...

Esas y otras cosas más siempre te voy agradecer pero más que todo por irte sin despedirte, porque me di cuenta que no puedo tenerte con un pie en mi vida y el otro afuera. Debo dejar de esperar algo que quizás nunca volverá.

Aunque nunca encontraré alguien como tú. 

Adiós. 

OhValentina.

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